LA ALEGRIA
Esta es una virtud de un alma jovial, alegre y emprendedora; a la alegría hay que saberla diferenciar de lo que es la alegría del Espíritu y la alegría de la materia.
Hay momentos en la vida en que uno se siente embargado por la presencia del SER; estos momentos se deben aprender a celebrar como una exaltación espiritual, mística, donde se debe responder con la oración, con la veneración, con la inspiración y con la contemplación; estos son los momentos de arrobamiento espiritual, que hacen su advenimiento para fortalecernos el alma y la voluntad; estas son fiestas del alma y no sería justo o razonable que cuando uno está en estos estados, estuviera bailando, corriendo o cantando; como ya dijimos, son momentos de exaltación espiritual y mística.