Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana,"¿Qué pasa?"-le preguntaron-"¿qué estás buscando?". "Perdí mi aguja", dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla.
Pero alguien le preguntó: "Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño ¿porqué no nos dices exactamente dónde se te cayó?". "Dentro de mi casa", dijo Rabiya. "¿Te has vuelto loca?"-preguntó la gente-"Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿porqué la buscas aquí afuera?". "Porque aquí hay luz, dentro de la casa no hay".