La mujer es un ser con un cuerpo anatómico semejante al hombre, pero con una forma de pensar y de sentir muy diferente, esto es la razón de que los elementos que rigen a la mujer son: el aire que actúa en sus pensamientos y el agua que actúa en sus emociones. Es un ser pasivo diferente al hombre que es activo.
La mujer como el hombre empieza a tener sus primeras características de lo que va a ser su comportamiento desde el mismo momento en que empieza a tener trato y a relacionarse con el hombre.
Cuando una mujer recibe traiciones, desengaños y decepciones de los hombres con quienes se ha relacionado, empieza a guardar en su mente, en su memoria y en sus emociones, aspectos negativos contra los hombres.
En el momento en que esta mujer une su vida a un hombre y queda embarazada y su embarazo es mujer, ese feto empieza a recibir las impresiones que la mujer tiene de los hombres; y si desgraciadamente el hombre con quien va a hacer vida marital, le da malos tratos, aquellas descargas emocionales van afectando al feto haciéndolo tener una formación psicológica totalmente negativa hacia el papá y por ende hacia los hombres.
Esa criatura al nacer, sigue alimentado esos instintos que trae desde el mismo vientre de la madre.
En el mundo en que va creciendo, sigue recibiendo nuevos impactos, volviéndola una "rebelde sin causa".