Cerca del final del tercer siglo antes de Cristo, el Rey T'sao envió a su hijo, el príncipe T’ai al Templo a estudiar con el gran maestro Pan Ku. Por que el príncipe T’ai sería el que sucedería a su padre como rey. Pan Ku sería quien le enseñaría las bases para ser un buen gobernante.
Cuando el príncipe llego al templo, el maestro lo envió sólo al bosque Ming-Li. Después de un año el príncipe tenía que regresar al templo para describir los sonidos del bosque.
Cuando el príncipe T’ai regreso, Pan Ku pidió al niño que describiera todo lo que había podido escuchar. –Maestro-, replico el príncipe, -yo he podido escuchar el canto de los búhos, el susurro de las hojas, el vuelo de los insectos, el canto de los grillos, el toque del pasto, el zumbido de las abejas y el murmullo del viento.