«El sentido de la Libertad es algo que aún no ha sido entendido por la Humanidad.
Sobre el concepto Libertad, planteado siempre en forma más o menos equivocada, se han cometido gravísimos errores.
Ciertamente se pelea por una palabra, se sacan deducciones absurdas, se cometen atropellos de toda especie y se derrama sangre en los campos de batalla.
La palabra Libertad es fascinante, a todo el mundo le gusta, sin embargo, no se tiene verdadera comprensión sobre la misma, existe confusión en relación con esta palabra.
No es posible encontrar una docena de personas que definan la palabra Libertad en la misma forma y del mismo modo.
El término Libertad, en modo alguno sería comprensible para el racionalismo subjetivo.
Cada cual tiene sobre este término ideas diferentes: opiniones subjetivas de las gentes desprovistas de toda realidad objetiva.
Al plantearse la cuestión Libertad, existe incoherencia, vaguedad, incongruencia en cada mente.
Estoy seguro que ni siquiera Don Emmanuel Kant, el autor de la Crítica de la Razón Pura, y de la Crítica de la Razón Práctica, jamás analizó esta palabra para darle el sentido exacto.
Incuestionablemente, el término Libertad ha hipnotizado a las muchedumbres; las montañas y los valles, los ríos y los mares se han teñido con sangre al conjuro de esta mágica palabra.
Cuántas banderas, cuánta sangre y cuántos héroes han sucedido en el curso de la Historia, cada vez que sobre el tapete de la vida se ha puesto la cuestión Libertad.
Desafortunadamente, después de toda independencia a tan alto precio lograda, continúa dentro de cada persona la esclavitud.
¿Quién es libre?, ¿Quién ha logrado la famosa libertad?, ¿Cuántos se han emancipado?, ¡ay, ay, ay!