Hay, entre nosotros mismos, una parte oculta de nuestro propio Ego,
que nunca se ve a simple vista. Así como la luna tiene dos aspectos,
uno que se ve y aquel lado oculto, así también hay en nosotros un lado oculto
que nunca vemos. Ante todo quiero que entiendan ustedes, que así como hay una
luna física que nos ilumina, existe también la luna psicológica; esa
luna psicológica la cargamos muy adentro, es el Ego, el Yo, el Mí
mismo, el Sí mismo
El lado visible, todo el mundo lo ve con un poquito de
observación; pero hay un lado invisible que a simple vista no se ve.
La Esencia, desafortunadamente, no ha iluminado la parte oculta de
nuestra propia luna interior. Realmente nosotros vivimos en una pequeña zona de
nuestra conciencia, nos hemos forjado un retrato de nosotros mismos, pero un
retrato no es la totalidad.
Cuando logramos que la conciencia penetre como un rayo de luz en es
lado invisible, entonces en ese lado oculto de nosotros mismos, el retrato que
nos hayamos forjado se desintegra, queda reducido a polvareda cósmica. Es
lamentable que sólo vivamos en una pequeña fracción de nosotros mismos, lo que
ignoramos de nosotros es muchísimo.