Hay dos tipos de Imaginación: existe la Imaginación mecánica y existe la Imaginación consciente. La imaginación mecánica no sirve: es la fantasía, y la fantasía está formada con los desechos de la memoria; por lo tanto, no sirve. Se necesita la Imaginación consciente, de la Imaginación activa, de la Imaginación intencional. Ese tipo de Imaginación, desarrollada, es grandiosa, sublime.
Ese tipo de Imaginación, desarrollada, permitió a Leonardo Da Vinci plasmar en el lienzo a “La Gioconda” (que, entre paréntesis, mucho se ha hablado de “La Gioconda”; algunos suponen que “fue la novia” de Leonardo Da Vinci. Se equivocan los que así piensan. Cuando uno mira a “La Gioconda”, y yo los invito a ustedes a que reflexionen en esto, a que observen la pintura de “La Gioconda”, ve que no tiene nada de “noviazgo”; no aparece, en ella, nada semejante.