El arrepentimiento es el nombre que se le da a aquel acto que se procesa dentro de nosotros cuando comprendemos que algo hemos hecho mal, podemos decir que es el comienzo de un proceso conscientivo hacia el cumplimiento de la Ley.
Este arrepentimiento debemos verlo en varias formas:
Hay arrepentimientos de Conciencia; hay arrepentimientos por humillación y hay arrepentimiento emocional.
Una persona comete un delito, se ve descubierto y se arrepiente de haber cometido el delito porque lo descubrieron, le teme al castigo, le teme a la crítica, le teme al qué dirán.
Otra persona que comete muchos delitos; en un momento dado le dan una enseñanza, oye una conferencia donde el exponente llega con su palabra a la Conciencia; esa persona en ese momento siente arrepentimiento del mal que ha hecho; pasado este momento olvida todo y sigue delinquiendo, simplemente ha sido un estado emocional que llega y pasa y nunca lo conduce hacia su propia realidad, es decir a hacer un cambio radical en su vida.
Tercer arrepentimiento es aquel que nosotros hacemos cuando hemos comprendido de fondo lo que hemos sido, lo que somos, lo que podemos llegar a ser por un cambio radical en nuestra vida, ese arrepentimiento se fundamenta en la Conciencia y la comprensión. Se encuentra en un acto, en un momento en que la Conciencia tomó participación en la conducta que debemos continuar llevando, en la voluntad que debemos imponernos así mismos, en la comprensión que tengamos para ver nuestra vida, nuestra existencia y en la comprensión que tengamos de que como andamos, estamos perdidos; que como hijos de DIOS, no debemos infringir más sus leyes, ya que estas violaciones originan en nosotros mucho dolor, mucho sufrimiento y al final de todo nos traga el abismo; razón de que no hemos hecho un cambio en nuestra vida, no hemos eliminado de nosotros a los elementos infrahumanos, producto de la misma violación de la Ley.
Ese arrepentimiento, honrado y sincero tiene sus fundamentos que son:
- que el hombre deje de ser limitado y pase a lo infinito.
- deje de ser mortal y pase a lo inmortal.
- deje de ser ciego y pase a ver la Luz.
- deje de ser ignorante y pase a ser sabio.
- deje de ser humanoide y pase a ser humano.
- deje de ser humano y pase a ser hombre.
- deje de ser hombre y pase a ser superhombre. Es decir, razones más que suficientes para tomar esta sabia decisión de hacer un arrepentimiento sólido; acordémonos que DIOS sólo nos exige que trabajemos para nosotros, no estamos haciendo una Obra para otros, es la Obra nuestra, es por nuestro propio bien, para nuestra propia felicidad.
El arrepentimiento como toda la Obra del PADRE, exige primero: voluntad; segundo: constancia, continuidad de propósitos, disciplina y una infinita obediencia al Cuerpo de Doctrina y a la Obra que nos proponemos hacer.
Cap. 10 "El Regreso del Mesías". V.M. Lakhsmi
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