La Biblia y los Sueños

“Y siendo avisados por Revelación, en sueños, que no volvieses a Herodes, se volvieron a su tierra por otro camino”. “Y partidos ellos, he aquí el Ángel del Señor aparece en sueños a José diciendo: Levántate y toma al niño a su madre y huya a Egipto, y estate allá hasta que yo te lo diga (en sueños), porque ha de acontecer que herodes buscará al niño para matarlo” “Más muerto Herodes, he aquí que el Ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto diciendo: Levántate y toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la muerte del niño”.
(MATEO 2: 12-13 y 19).

 

Al leer la Biblia podemos verificar que está colmada de Experiencias Oníricas, mensajes y advertencias a través de los sueños, conversaciones con los Ángeles y hasta con el mismo Dios en esas Regiones Celestiales o Mundos Supra-Terrenales, es decir, las Dimensiones Superiores del espacio. Recordemos el sueño del Faraón sobre las 7 vacas gordas y las 7 vacas flacas que acertadamente le interpreta José; y el que él mismo tuvo sobre las 11 gavillas de trigo; el del Rey Nabucodonosor que con gran Sabiduría le devela Daniel; los de Abraham, los del Rey Salomón, los de Rey David, los de los 3 Reyes Magos anunciando el nacimiento del Mesías, los de José advirtiéndole que escape a Egipto, el de la escalera de Jacob, etc.
 

Todo ello confirma que hay Regiones Celestes o Dimensiones Superiores que el ser humano ha visitado, visita y puede visitar cuando su Cuerpo Físico está dedicado al descanso, a reponer fuerzas; entonces la  consciencia se escapa envuelta en el Cuerpo de Deseos (o en el Cuerpo Astral si se posee éste), y penetra en esas regiones y de acuerdo a su grado de desarrollo (el de la Consciencia) o la impresión más o menos fuerte que le deje la experiencia onírica, traerá los recuerdos de esa experiencia, llamándole “sueños” o “Experiencia Consciente” en el Mundo Astral. Y confirma también que hay una ciencia para interpretar los sueños o develar las Experiencias Oníricas. En la 2ª de Corintios, capítulo 12, versículos 1-4, encontramos una vez más la confirmación de que es posible penetrar en esas Regiones Celestes para recibir las revelaciones que nuestro Ser bien quiera darnos o para –como dice el mismo Evangelio en 1ª Corintios 2- “escudriñar lo profundo de Dios”…
 

“Cierto no me es conveniente gloriarme; más vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor”. “Conozco un hombre en Cristo, que hace 14 años (si en el cuerpo no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe), fue arrebatado al 3er. Cielo”. Y conozco tal hombre (si en el cuerpo no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe), que fue arrebatado al Paraíso donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir…” La Existencia del 3er. Cielo presupone, de hecho, la existencia del 1º y el 2º Cielo por lo menos, y la existencia, por qué no, de un 4º, 5º y demás Cielos…

Por otro lado, si fue “arrebatado en el cuerpo”, es decir, su Cuerpo Físico penetró en esas regiones Celestes, entonces esto corrobora lo que nos enseña el Gnosticismo Universal sobre la Ciencia Jinas, en otras palabras, introducir el Cuerpo Físico en la 4ª Dimensión. Así pues, la Experiencia Onírica Consciente o Salida Consciente al Mundo Astral, no es una cosa a la que haya que temer, ni tampoco tiene que ver con espiritismos ni mediumnismos subjetivos. Es un proceso psicológico natural que realizamos cada vez que dormimos y del que, debido a nuestra propia inconsciencia, tan sólo traemos leves recuerdos a los que llamamos “sueños”. Por lo que es importante DESPERTAR CONSCIENCIA, para tener verdaderas Experiencias Oníricas, para recibir los mensajes, las revelaciones que vienen de la Conciencia Superlativa del Ser, para investigar aspectos de nuestra vida, del ser humano, del Cosmos, de la Divinidad, o sea para hacernos conscientes de nuestros propios procesos psicológicos cuando el Cuerpo Físico descansa en el lecho.