La palabra china
"Mo", significa silencioso o sereno; "Chao", significa
reflexionar u observar. Mo‑Chao, por tanto, puede traducirse como reflexión
serena u observación serena.
Lo dificultoso y
laborioso es lograr silencio mental absoluto en todos los niveles del
subconsciente.
Alcanzar quietud y
silencio en el mero nivel superficial, intelectual, o en unos cuantos
departamentos subconscientes, no es suficiente, porque la esencia continúa
enfrascada entre el dualismo sumergido, infra-consciente e inconsciente.
Mente en blanco es
algo demasiado superficial, hueco e
intelectual. Necesitamos reflexión serena
si es que de verdad queremos lograr la quietud y el silencio absoluto de la
mente.
Empero resulta claro
comprender que en gnosticismo puro, los términos serenidad y reflexión tienen
acepciones mucho más profundas, y por ende, deben comprenderse dentro de sus
connotaciones especiales.
El sentimiento de
sereno, trasciende a eso que normalmente se entiende por calma o tranquilidad,
implica un estado superlativo que está más allá de los razonamientos, deseos,
contradicciones y palabras; designa una situación fuera del mundanal bullicio.
Asimismo, el sentido
de reflexión está más allá de eso que siempre se entiende por contemplación de
un problema o idea. No implica aquí actividad mental o pensamiento
contemplativo, sino una especie de conciencia objetiva, clara y reflejante,
siempre iluminada en su propia experiencia.
Por lo tanto,
'sereno', es aquí serenidad del no pensamiento, y "reflexión",
significa conciencia intensa y clara.
Reflexión serena, es
la clara conciencia en la tranquilidad del no pensamiento.
Cuando reina la
serenidad perfecta, se logra la verdadera iluminación profunda.
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