El peligro
comunista amenaza a la América Latina y por doquier escuchamos lamentos de
dolor.
Cuba la
hermosa Isla del Caribe ha sido invadida por las hordas bárbaras del marxismo
brutalizante. Las cárceles de Cuba están llenas de infelices. En estos instantes
nuestra amada América está amenazada de muerte por la avalancha arrolladora y
brutal del abominable comunismo.
Ha llegado
la hora de reflexionar seriamente sobre nuestro propio destino. Las grandes
potencias del mundo tienen puestos sus ojos en nuestra querida tierra
latinoamericana.
América es
su bocado apetecido y todos quieren saborearlo. América ha sufrido lo indecible
y ama su libertad. América ha conquistado su independencia en los campos de
batalla, la independencia es algo que nos ha costado mucha
sangre.
No negamos
que hay hambre en la América Latina; ciertamente que la hay, pero no es con la
violencia como podemos vencer al Monstruo fatal del hambre y la miseria. No es
entregándonos a las hordas bárbaras del Marxismo Leninismo como podemos resolver
el problema del hambre. La violencia no resuelve nada. La violencia sólo puede
conducirnos al fracaso. Necesitamos paz, serenidad, reflexión, comprensión.
El
problema del mundo es el problema del individuo. Las Revoluciones de sangre y
aguardiente no resuelven nada. Sólo mediante la inteligencia resolveremos el
problema del hambre y de la miseria, sólo mediante la inteligencia podemos
salvar a nuestra sagrada tierra. Sólo con la inteligencia podemos vencer al
monstruo del comunismo.
En estos
instantes la América Latina está confundida y desorientada, sabemos que el
monstruo Marxista quiere tragarnos pero nosotros no estamos dispuestos a llevar
sobre nuestros cuerpos las cadenas de una nueva esclavitud. Los indo-americanos
somos libres y queremos conservar nuestra libertad.
La
sociedad humana es la extensión del individuo. Si queremos realmente un cambio
radical, si queremos un mundo mejor, un mundo sin hambre, necesitamos cambiar
individualmente, cambiar dentro de nosotros mismos, alterar dentro de nuestra
propia individualidad los abominables factores que producen en el mundo hambre y
miseria. Recordemos que la masa es una suma de individuos. Si cada individuo
cambia, la masa cambiará inevitablemente.
La
sociedad es la extensión del individuo. Si el individuo es codicioso, cruel,
despiadado, egoísta, etc., así será la sociedad. Es necesario ser sinceros con
nosotros mismos, nosotros, cada uno de nosotros es malo y por lo tanto y por lo
tanto la sociedad tiene que ser mala inevitablemente. Esto no lo puede resolver
el monstruo comunista, esto sólo lo puede resolver el
individuo.
Es urgente
acabar con el egoísmo, y cultivar el Cristo-centrismo. Sólo así podemos hacer un
mundo mejor, es indispensable eliminar la codicia y la crueldad que cada uno
lleva dentro, sólo así, sólo cambiando el individuo cambiará la sociedad porque
esta, sólo es la extensión del individuo. Hay dolor, hay hambre, hay confusión
pero nada de esto se puede eliminar mediante los procedimientos absurdos de la
violencia, quienes quieren transformar el mundo basándose en revoluciones, de
sangre y aguardiente o con golpes de estado y fusilamientos, están totalmente
equivocados, porque la violencia, sólo engendra más violencia, y el odio más
odio. Necesitamos paz, si es que queremos resolver problemas, necesitamos paz si
es que realmente queremos salvar a AMÉRICA LATINA.
NO SE
DESHACEN LAS TINIEBLAS A MANOTAZOS. SINO TRAYENDO LA LUZ. TAMPOCO SE DESHACE EL
ERROR COMBATIENDO CUERPO A CUERPO CON ÉL, SINO DIFUNDIENDO LA VERDAD, SIN
NECESIDAD DE ATACAR EL ERROR. TODO CUANTO LA VERDAD AVANCE. TODO ESO EL ERROR
HABRÁ DE RETROCEDER, NO HAY QUE RESISTIR AL MAL SINO PRACTICAR
INCONDICIONALMENTE EL BIEN Y ENSEÑAR SUS VENTAJAS POR LA PRÁCTICA, ATACANDO EL
ERROR PROVOCAREMOS EL ODIO DE LOS QUE YERRAN, Y ASÍ DE EQUIVOCADOS LLEGARÁN A
HACERSE MALOS.
ATACANDO
EL MAL PROVOCAREMOS EL RENCOR DE LOS MALOS, Y ASÍ LOS MALOS SERÁN
PEORES.
Lo que
necesitamos es difundir la luz para disipar las tinieblas.
Es urgente
analizar los principios fundamentales de la dialéctica marxista y demostrarle al
mundo la tremenda realidad de que estos no resisten un análisis, son pura
sofistería barata. Hagamos luz si es que queremos vencer a las tinieblas, no
derramemos sangre.
Ha llegado
la hora de ser comprensivos.
Se hace
necesario estudiar nuestro propio yo si es que realmente amamos a nuestros
semejantes, es necesario comprender que sólo acabando con los factores del
egoísmo y la crueldad que cada uno de nosotros lleva dentro, podemos hacer un
mundo mejor, un mundo sin hambre y sin temor.
La
sociedad es el individuo. El mundo es el individuo. Si el individuo cambia
fundamentalmente, el mundo cambiará inevitablemente.
La América
está en grave peligro y sólo transformándonos radicalmente como individuos,
podemos salvarnos y salvar a la América.
"EL CRISTO SOCIAL", Cap. I, S.A.W., 1961
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