LA VOLUNTAD
Como todos sabemos, la voluntad es algo que debe hacer parte y acto de presencia en todos los eventos de nuestra vida.
La voluntad hay que hacerla, modificando así, aquel comportamiento que la persona tiene antes de conocer un trabajo espiritual
Si nosotros vemos, cualquier persona expresa algo que pareciera voluntad, por ejemplo: una persona que es capaz de asaltar un banco, de enfrentarse con otra persona en una pelea, que es capaz de avocarse a todos los peligros más espantosos, pareciera que tiene voluntad pero no es así; lo que se ejerce en esa
persona es una fuerza brutal manifestada por el ego que tiene.Si esa persona, al empezar un trabajo espiritual, no hace un cambio radical en su vida, continuará siendo víctima de los mismos agregados violentos y brutales; es lógico que al empezar a hacer un trabajo de regeneración, a lo primero que se tiene que avocar es a destruir, eliminar esos elementos y ese comportamiento de tipo brutal que anteriormente tenía.
Al verse desprovisto de esa fuerza violenta que antes tenía, puede sentirse cobarde o incapaz de enfrentarse con los procesos de su propia vida.
Allí es donde la persona tiene que comprender que está rehaciendo su vida en un nuevo nacimiento y que ya no debe ni puede seguir utilizando la misma actitud, ni la misma fuerza; tiene que nutrirse de una fuerza espiritual que va emanando en él, por su comprensión, por su santidad y por ende por su castidad.
Esta es una fuerza, como ya dijimos de tipo espiritual, que hay que ejercerla para que cada día vaya teniendo mayor expresión. La voluntad es ese elemento que como dijimos, debemos ejercer frente a la vida y sus eventos.
Es muy fácil que una persona en un momento dado, se sienta desfallecer, sin fuerzas para continuar el duro trabajo, pero recordemos que nos estamos haciendo hijos de DIOS y que DIOS es un triunfador, no es un vencido y que en esos momentos es que hay que comprender que somos débiles, frágiles, no porque no estemos siendo asistidos por DIOS, sino porque todavía en nuestro interior cargamos aquellos elementos débiles, incapaces, que se expresan en nosotros con dudas, con miedo, con inseguridad y que entonces nosotros debemos responder con valor, con seguridad, con Fe y con esa fuerza que debemos ejercer en nuestra voluntad.
Los hijos de DIOS, tenemos que abrirnos paso en la vida, ejerciendo el poder del Cetro del SER que se llama Voluntad.
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