Gnosis Trascendental TV

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domingo, 25 de julio de 2010

EL ESPEJO DE LA CONCIENCIA

La “conciencia” es el espejo de la “esencia”, el único medio del que dispone para contemplarse a sí misma, para aproximarse a su real naturaleza y descubrir su verdadero orígen o procedencia. La conciencia es la  presencia inmanente de Dios en la esencia, el potencial cósmico de adquirir luz y la fuerza que le permite ser un ente existencial dentro de la gran realidad del universo. La conciencia nunca abandona la esencia, pues la esencia es la base de la unidad y la conciencia es la porción de la totalidad que la envuelve y le permite Ser. 
 
La esencia es espíritu y la conciencia realidad. La esencia ES y la conciencia se TIENE. La esencia es unidad y la conciencia totalidad. La esencia no puede concebirse a sí misma sin el auxilio de la conciencia. La conciencia por lo tanto, es la reflexión de la esencia sobre sí misma y su entorno. 
 
La conciencia es el espejo donde Dios se ve reflejado en la esencia. De esta manera, solo la conciencia le permite a la esencia conocer su verdadero rostro, contemplarse tal cual es. El espejo de la conciencia es lo que le permite a la esencia mantenerse dentro de su realidad y evadir la fantasía de los sentidos externos. La conciencia en sí, es la parte de Dios que nunca abandona la esencia, que nunca se va, que siempre está ahí, pues si ocurriese lo contrario, la esencia dejaría de Ser y se perdería en el Gran Alaya del universo, regresando automáticamente a su punto de partida, es decir, perdiendo su realidad existencial. 
 
Si la conciencia es la reflexión de Dios en la esencia, donde Dios se ve reflejado a sí mismo en su Creación particular, entonces se podría inferir que Dios nunca se aparta de lo creado. La Creación es la realidad de la esencia, su mundo y su verdad. Para la esencia no debería existir otra realidad que no sea Dios en sus infinitas manifestaciones. 
 
Hacer conciencia de lo Real, es la contemplación que hace la esencia, del verdadero rostro de Dios. La conciencia nunca manda ni ordena hacer lo contrario a la voluntad divina. Si la esencia así lo hiciere, se apartaría de su realidad, transitaría por caminos inciertos y se alejaría cada vez más de los propósitos reales de su existencia.

El Destino es la Luz
Lamentablemente eso es lo que ocurre normalmente y cuando la esencia se aparta de su camino, pierde el horizonte de su destino y comienza a descender automáticamente por la pendiente resbaladiza y sin final de la ignorancia y las tinieblas se encargan de sustituir la luz por la oscuridad. Es casi imposible que la esencia se detenga cuando comienza a descender por el declive del error, porque su lógica se invierte y su verdad cambia totalmente. 
 
Bajo estas circunstancias, su brújula no funciona y lo normal es que pierda el norte o lo vea reflejado en cualquier lado. Es triste y realmente catastrófico para la conciencia que la esencia cambie su luz por las tinieblas del error. Es una verdadera desgracia porque la esencia en tinieblas, se aferra a cualquier objeto que brille con reflejo engañoso. 
 
El regreso a la luz es una tarea ciclópea, un camino tortuoso y que luce casi intransitable. Pero afortunadamente, la conciencia nunca se apaga totalmente, porque de hacerlo, no sería conciencia, el verdadero rostro de Dios en la esencia. 
 
El espejo de la conciencia puede que se enturbie, se ensucie hasta casi impedir a la esencia contemplarse a sí misma, sinembargo, ella siempre tendría conciencia de que existe, siempre conservará la noción de la verdad. Esa lucecita que conserva en su interior, reside la clave para emprender su camino de regreso a la verdad, hacia su real destino.
 
Estadio Actual de la Humanidad
Ese es el estado en que se encuentra actualmente la humanidad, en tinieblas pero con la esperanza de la luz. Esa esperanza es la que mueve a la esencia a limpiar su espejo, a cambiar de dirección, a afinar su brújula y orientar sus pasos nuevamente hacia el norte de su destino. Si no fuera por la conciencia, la esencia se perdería irremediablemente, pues no podría percatarse de que la luz existe y confiar en que esa luz es la única que puede emanciparla.
 
¡Oh conciencia, que distinto sería todo si despertaras! ¡Se romperían los barrotes de la cárcel en que te encuentrasaprisionada, se derrumbarían los muros de la ignorancia y se desvanecería el fantasma de las tinieblas…! ¡Un nuevo sol brillaría en el horizonte de tu esperanza y tendrías un tesoro en lugar de tu corazón, para llevarlo como el mejor presente u ofrenda al Padre de todas las Luces!
  
La Realidad de la Existencia
La conciencia es la razón superlativa de la esencia. Esencia y conciencia son las dos caras de una misma realidad existencial. Esencia y conciencia es la realidad del “Todo” individualizado. Toda entidad que viene a la existencia, ya tiene conciencia, pues ésta es como el timón o la brújula que orienta su devenir.La esencia es el núcleo del átomo y la conciencia la nube de electrones que lo circundan. La esencia es una semilla que se siembra en la tierra fértil de la conciencia. 
 
La esencia tiene por principio y finalidad, darle contenido y ensanchar su conciencia, nutrirse permanentemente con el conocimiento y llenarse de luz, vale decir, alcanzar la sabiduría plena. No puede haber esencia sin conciencia. Ahora bien, la esencia es quien posee a la conciencia y no al revés, pues la conciencia es la que le permite a la esencia comprenderse a sí misma y entender el entorno o el mundo que le rodea. La esencia no podría concebirse sin conciencia, pues de ser así, la esencia no tendría noción de sí misma. La conciencia viene a ser la luz y la orientación básica de la esencia. La conciencia y la esencia son las partes de un todo, el principio y el fin.
 
Eleuterio Martínez
Miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana

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