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jueves, 2 de junio de 2011

LA RELIGION

La Religión está definida como el sistema y la práctica que lleva al ser humano a la unión con Dios. El Diccionarío de la Real Academia Española define la religión como un culto que se le tributa a la divinidad como obligación de conciencia y el cumplimiento de un deber.
 
El V.M. Samael define la Religión como el sistema que ha llevado a un hombre o a una mujer a su Autorrealización.
 
Amigo lector, ¿se ha detenido usted un instante a reflexionar sobre la religión que practica, sea cual fuere? Es necesario comprender que el Amor es la religión más elevada que existe. El Amor nace, no se hace.
 
Cada persona que existe en el Universo tiene nexos estrechos con el amor, pero el amor como lo definen los hombres se puede confundir en un momento dado con la pasión, con el sentimentalismo, con las falacias de distracción egoicas que sólo sirven para mantener al ser humano en un profundo sueño y, lo que es peor, completamente convencido de que está en la verdad.

Se ha podido comprender, a través de la experiencia y de los dichos filosóficos, que Dios es Amor; esto nos hace suponer que para poder sentir el verdadero amor esnecesario hacer una estructuración psicológica, mental y física, con el fin de eliminar de nuestra naturaleza interior todos los elementos que interfieren en la auténtica manifestación del amor.
 
Podríamos definir algunos de estos elementos: la pasión, el orgullo, el amor propio, la mala voluntad, el odio, la ira, etc. Estos Yoes interfieren, por medio de la mente y de los sentimientos, para que el amor puro no pueda manifestarse en el corazón de una persona.
 
Pueden existir miles y miles de religiones en el mundo, pero ninguna de ellas podría asumir la responsabilidad de hacer que una persona se una a Dios.
 
Debido a esta serie de interferencias y al dualismo que existe en él, el ser humano se ubica en los extremos de las cosas del tiempo y de la vida, utilizando aquellas frases célebres del Ego: Esta persona me gusta, porqué tiene los ojos azules, porqué es alta, porqué es baja, porqué es delgada, porqué es blanca, morena etc., etc., pero...¿eso es Amor? simplemente se está comparando una persona por condicionamiento de un Ego o de unos Egos que la quieren así.
 
¿Tendrá este individuo un amor verdadero para con el Ser o pareja que está eligiendo?
 
Hemos conocido casos de novios que aseguran estar enamorados cuando ni siquiera han tenido un sentimiento puro y noble hacia su pareja. Simplemente, como dijimos, están condicionados por fuerzas internas que desconocen y que nada tienen que ver con el amor.
 
Si Dios es Amor, es necesario que nosotros cumplamos sus más elementales preceptos, que son permitir que la voluntad del Padre se haga en la tierra como en el cielo, para que, sobre la base de esa voluntad del Ser podamos nosotros estar ciertosy seguros de que la decisión que estamos tomando se fundamenta en el Amor.
 
Una religión no es un ente jurídico, ni un nombre que se pone casualmente. La religión es algo que nace en el corazón del ser humano y que se llama Amor.
 
Antes de querer ir a Dios es necesario prepararnos para que Dios venga a nosotros. Sería absurdo pensar que el Amor, o sea, Dios, va a penetrar en el corazón de una persona que esté llena de prejuicios, de odios, de maledicencias, de envidia, pasiones, etc.
 
En proporción del amor puro, noble y verdadero que desarrollemos será nuestra integración con Dios.
 
Una iglesia es el corazón de una persona que vive en la práctica los mandamientos de Dios, y que cumple aquello de "Amar a Dios sobre todas las cosas". Ni Dios ni el Amor se sustentan en finanzas, en atuendos, en coches nuevos, en edificios; se fundamentan en algo más real, inmortal.
 
Reflexionando un poco sobre estos aspectos encontramos, en las Sagradas Escrituras, el hecho de que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, que lo hizo de barro y le sopló vida.
 
¿Donde quedarían todos los postulados que la época actual nos impone para expresar eso que se llama vida, eso que se llama Amor, si una organización, llámese como se llame, se propone llevar a sus feligreses, a través de métodos y prácticas, a la unión con Dios?
 
Sería muy fácil para cualquier entendido valorar los principios eternos que allí se practican si se piensa que la religión mía es mejor que la del vecino.
 
¿Donde está el amor sí se cree que yo ya estoy salvo y elvecino condenado? ¿Donde está el amor si las prédicas y enseñanzas que se dan esconden dentro de sus buenas intensiones la idea o el deseo de que las necesitamos para nuestra religión y no para Dios?
 
¿En qué quedarían las palabras celebres y sabias del Maestro Jesús cuando dijo: "UN NUEVO MANDAMIENTO OS DOY, QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO OS HE AMADO"?.
 
Todas las religiones deberían aunar esfuerzos para hacer del amor carne y sangre en la hermandad, sin tergiversar, adulterar o quitar la originalidad de la enseñanza dejada por ese gran Ser que escribió sus principios y su doctrina en el drama más elevado que se ha conocido de un hombre: La Muerte y la Resurrección.
 
Todos conocemos y comprendemos la necesidad que existe en esta época de tener paz en el mundo y en el hombre; pero la paz no es algo que se impone con fusiles o con cañones, porque escrito está y así se cumplirá, que en los últimos tiempos el hombre buscará la muerte a costa de lo que sea.
 
Esto sucede cuando el hombre ya no se soporta y es impotente ante las reacciones violentas del odio, de la ira, del orgullo y del amor propio que lleva dentro de sus entrañas, y no alcanzarán, ni los cañones, ni los tanques, ni las ametralladoras para imponerle esa paz artificiosa a esos hombres bestias divorciados de su Ser, de su íntimo.
 
La paz nace en el corazón del individuo cuando ha comprendido que los problemas, conflictos y guerras no son originados por tal o cual persona, por determinado sistema o país; surgen por odio, por amor propio, por orgullo, por el deseo de supremacía y esos elementos los llevamos dentro, en nuestra propia estructura físicainterna.
 
Las religiones deberían ser imparciales ante las horrendas situaciones que se presentan en este convulsionado mundo y deberían interesarse más por la concientización de su pueblo, en el contenido de lo que es la auténtica religión: el Amor.
 
El hombre en estos tiempos ya se está definiendo por sí solo. En el que aún posee una chispa de conciencia existe la posibilidad de que comprenda que antes de querer ser religioso es necesario desarrollar y practicar el Amor.
 
El día que consigamos hombres y mujeres con las condiciones dadas para encarnar el Amor, también tendremos hombres y mujeres preparados para vivir y practicar la auténtica religión.

"Luz en las Tinieblas", V.M. Lakhsmi

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