Gnosis Trascendental TV

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jueves, 31 de octubre de 2013

EL TIEMPO



Si observamos atentamente cualquier cosa de este mundo MAYAVICO en que vivimos -una mesa por ejemplo-, descubrimos con místico asombro, tres aspectos perfectamente definidos: largo, ancho y alto.

Empero, es evidente que en la mesa de nuestro ejemplo concreto, existe además un cuarto factor específico totalmente definido, quiero referirme al concepto tiempo.

¿Cuánto tiempo hace que el humilde carpintero fabricó la brillante mesa? ¿Minutos tan sólo? ¿Horas tal vez? ¿Meses? ¿Años?

Longitud, latitud y altura, son, fuera de toda posible duda -aunque ésta fuera de tipo CARTESIANO-, los tres aspectos EUCLIDIANOS de este mundo TRIDIMENSIONAL en que, para bien o para mal, vivimos, mas es claro que resultaría absurdo excluir de nuestros postulados el cuarto factor.

El tiempo en sí mismo considerado como CUARTA DIMENSION contiene intrínsecamente dos propiedades fundamentales: la TEMPORAL y la ESPACIAL.

Es positivo, auténtico, indudable, que el aspecto cronométrico de la vida, viene a ser únicamente la inestable superficie del fondo espacial.

Años antes, antes de que el Sabio EINSTEIN hubiera sorprendido al mundo con su famosa Teoría de la Relatividad, cualquier hombre culto concebía el factor tiempo como una línea recta, hoy en día cualquier intelectual acepta que el citado factor es curvo.

Empero, es obvio que en este Siglo XX todavía hay gentes que piensan con mente medieval.

Grandes intelectuales modernos, utopistas por naturaleza, fantasean de lo lindo pensando que la
eternidad es una línea recta, tiempo prolongado en forma infinita.

El GNOSTICISMO REVOLUCIONARIO enseña dialécticamente que la ETERNIDAD en sí misma nada tiene que ver con el concepto TIEMPO.

El MOVIMIENTO GNOSTICO INTERNACIONAL afirma enfáticamente que existe una QUINTA DIMENSION conocida con el solemne nombre de ETERNIDAD.

De acuerdo con la sabia Ley de Recurrencia todo en la vida vuelve a ocurrir tal como sucedió dentro del círculo vicioso del tiempo.

En realidad, los tiempos se repiten eternamente, más no se confunda al tiempo con la eternidad.

Dentro del eterno AHORA de la gran vida, existe incesante repetición de acontecimientos y tiempos.

La curva del tiempo gira dentro del círculo perfecto de la eternidad, pero es claro que estas dos ruedas son diferentes.

Eso que está más allá de los dos círculos misteriosos es la SEXTA DIMENSION y el fundamento vivo de cualquier COSMOGENESIS, debemos buscarlo en la REGION CERO desconocida.

Como quiera que ya el sabio EINSTEIN demostró matemáticamente la Relatividad del tiempo, podemos enfatizar la idea de que en el ABSOLUTO INMANIFESTADO, el cuarto factor de nuestro mundo TRIDIMENSIONAL, no tiene existencia.

Antes de que el flamígero corazón del SISTEMA SOLAR DE ORS en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, comenzara a palpitar intensamente después del GRAN PRALAYA (NOCHE COSMICA), el tiempo no existía, pues yacía dormido entre el seno profundo del ESPACIO ABSTRACTO ABSOLUTO.

Si al final del MAHAMVANTARA (DIA COSMICO), las siete DIMENSIONES básicas del universo quedan reducidas a un simple punto matemático que se pierde como una gota entre el GRAN OCEANO, es evidente que entonces el tiempo deja de existir.

Los mundos como los hombres, los animales y las plantas, nacen, crecen, envejecen y mueren. Todo lo que alienta bajo el sol tiene un período de tiempo definido.

La UNIDAD DE VIDA para cualquier criatura que vive, equivale de hecho y por derecho propio, a cada latido de su corazón.

Se nos ha dicho muy sabiamente por cierto, que todo el cielo estrellado es un sistema de corazones que palpitan intensamente.

Es evidente que cada palpitación de los mundos se realiza cada 27.000 años.

La vida total de cualquier mundo que refulge y centellea entre el seno profundo del inalterable infinito, equivale a una suma completa de 2.700.000.000 de latidos del corazón cósmico.

El humilde insecto que sólo vive una tarde de verano, vive en verdad tanto como un hombre o un mundo, pero en forma más rápida.

Escrito está y con ascuas de fuego ardiente, que el número de latidos cardíacos para bestias, hombres y mundos, siempre es el mismo en forma ya más rápida o más lenta.

El tiempo es demasiado relativo y por el escenario del mundo van pasando muchos actores que cargan con su propio cronómetro.

Existen además cálculos secretos y tiempo esotérico, eso lo sabe cualquier ADEPTO.

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